LA ALFOMBRA ROJA DE LA COMIC CON

Que la Comic Con tenga alfombra roja aun no sé lo que me parece. Por un lado lo veo bien porque le da repercusión al acto, más patrocinadores pagarán por estar ahí, y se harán actividades más interesantes, pero por otro lado… alfombra roja… paseillo de modelitos… en la Comic Con. Es como dos mundos que colisionan, y lo dice la diseñadora que hace ropa basada en Ciencia Ficción… Como cuando tienes dos grupos de amigos a los que adoras, pero que sabes que si los invitases a la misma fiesta no terminaría de haber química y habría un ambiente de incomodidad.

No sé, ver a la celebrity de turno poniendo morritos y pose subida en unos Jimmy Choo… pues como que me rechina, parece como fuera de lugar. Más apropiadas encuentro a las actrices que van de sport, lo que veo, francamente, más coherente con el evento. Igual que no te vas a plantar en chandal en la gala del MET: para cada evento, su protocolo.

Demasiado arregladas, y en el caso de Lea Michelle (centro) demasiado “posada” además.

El club del spandex; una aceptable elección para las que no quieren dejar de ser sexys en una convención en la que hay fuerte presencia del cómic de superhéroes.

Las que aciertan. “Arreglada pero informal” que dice tu madre. En mi opinión, las más apropiadas son Karen Gillan y Kristen Stewart (las dos de la derecha).

Por cierto, lo que me gusta también de la Stewart, es que posa sin posar. Si miras varias imágenes del mismo posado, verás que se mueve de un lado a otro, como más incómoda que Espinete en un sofá de velcro. Esos “fallos” de naturalidad yo los agradezco muchísimo. Pero ese es otro tema.

Sí, muchas de estas fotos se corresponden con el cóctel que ofrece Enterteinment Weekly pero he visto de años anteriores de cuando van a las presentaciones por el día, y muchas van igual. Y vuelvo a lo de antes, que pone la Comic Con en el mapa de mucha gente, que consigue fondos para hacer muchas cosas, pero da la sensación de que no saben a lo que van, que no tienen interés por encajar con el ambiente relajado del asunto, que van porque la productora les obliga a promocionar su producto, pero que si entrases en su cerebro verías que “esa gente” le parece como de otro planeta.

Por suerte siempre encontraremos actores que saben dónde están, que se dejan llevar por el ambiente distendido, y que lo dan todo en las presentaciones con fans. El sentido del humor por encima del peinado y la pose

Por otro lado, también da un poco de penita que los actores le roben protagonismo a las verdaderas mentes creativas tras esos productos (directores, guionistas…) y a los creadores y dibujantes de comics en los que en un principio se centraba la muestra. Pero el cine genera muchos ingresos, y los actores, sobre todo si son encantadores, generan mucho tirón. Así es la ley de la oferta y la demanda amigos.

Ahora las revistas de estilo hablan de la Comic Con, ahora “que se hace bien”, ahora que no son “unos frikis disfrazados”, ahora que gente guapa va a pasear modelitos. Así sí. ¡Si es que lo estaban haciendo mal todos estos años! Titulares como The Hottest Fashion Trends at 2015 Comic-Con o This Year’s Comic-Con Red Carpet Was Sexier Than Ever Before, son cosas que nunca creí que vería. Luego que si lo nerd es tendencia, que Nosecuantos ha sacado una colección con chalecos de cuadros y gafas de pasta, y tienes a gente que no sabe del tema hablando de ello con metidas de pata como que “Sophie Turner, Maisie Williams y Natalie Dormer (protagonistas de Juego de Tronos) reclamaron su porción de protagonismo frente a The Walking Dead o Star Wars: El despertar de la Fuerza. Todas ellas series de culto”. Tiene un poquillo de delito, con la difusión que tiene, pensar que la 7ª entrega de Star Wars es una serie…

Y leer en InStyle que la Comic Con ha evolucionado de una convención centrada en los disfraces (WTF?) a un evento de alfombra roja (¡menos mal, estamos salvados!). Espero que la decepción de Jessica Chastain por no ver gente disfrazada en su primera visita, no parta de tomarse el asunto como la que va al zoo, sino de una curiosidad sana por el fenómeno cosplay.

Over the years, Comic-Con has evolved from a costume-centric convention into a high-fashion red carpet event—much to Jessica Chastain‘s dismay. “I wish people were in costume,” the actress tells InStyle about attending her first-ever Comic-Con. “That was something I was so looking forward to.” Lack of costumes aside, 2015 Comic-Con saw a huge fashion-heavy turnout that left us seething with style envy

Para empezar la Comic Con es una convención que nació centrada en el mundo del cómic pero que se ha ampliado albergando otros productos de la cultura popular como cine, series y videojuegos. En ella se dan cita seminarios y talleres impartidos por profesionales de las historietas, presentaciones de películas y series de próximo estreno, sesiones de revisión de portafolios con grandes compañías de cómics y videojuegos, exhibidores como compañías de medios (estudios de cine y tv) y distribuidores de comics y coleccionables o merchandising, un “callejón de Artistas” dónde los creadores de historietas pueden dar sus autógrafos y ya sea vender o hacer dibujos, área de autógrafos, el Festival Comic Con Internacional de películas independientes en la cual se muestran corto y largometrajes que no son distribuidas, ¡Y! un concurso de disfraces o cosplay.

Como vemos, la Comic Con, es bastante más que una convención centrada en los disfraces. Es una muestra de productos culturales, de una industria que mueve millones de euros/dólares en el mundo. Como la moda. Y realmente no sé cómo ir disfrazado de un personaje que te gusta para ganar un premio (económico o en especie) en un concurso, puede resultarle tan disparatado a alguien capaz de ir al cibelespacio o a la puerta de los desfiles de París o Londres merodeando, buscando que le hagan fotos para los blogs de tendencias. Estamos casi en las mismas ¿no?

Creo que seguir fashionizando la Comic Con es un error, inevitable, pero un error, y quizá llegue un momento en el que se haya pervertido tanto su espíritu que haya que crear otro evento paralelo en el que los pequeños distribuidores de comics tengan el hueco que les hayan quitado las majors. O quizá me equivoque y sólo se convierta en un macro evento en el que los grandes y los pequeños distribuidores convivan en amor y armonía… y corran los unicornios por los pasillos… Ojalá sea así.