Conociendo a Anna Wintour
Hace unas semanas me llegó un mail de parte de ACME en el que nos informaban que Anna Wintour vendría a España y recibiría a un grupo de personas en el Museo del Traje, pero que era algo muy TOP SECRET y no debíamos decirlo en ningun sitio. La noticia me puso bastante nerviosa (he visto The September Issue y El Diablo Viste de Prada y sé que si te arruga la nariz, te puede arruinar la carrera) y por primera vez en mi vida me agobié porque no sabía qué ponerme. Se lo dije a mis chicas de prácticas casi con miedo, para descubrir al día siguiente que ya había gente cacareándolo por todos los medios sociales. Otra vez que me paso de discreta.
Al fin acudí el lunes 28 a las 12:00 de la mañana al Museo del Traje. Me senté en segunda fila junto a Cósima y Tristán de Ágatha Ruiz de la Prada, que son simpatiquísimos y nos reímos cuchicheando, porque el ambiente era tensísimo… había un silencio sepulcral, como si fuese a entrar Dios mismo. Nos prohibieron hacer fotos y grabar.
Por fin entró la Wintour con todo el séquito. Se sentó en el escenario junto a un periodista que le hizo muchas preguntas, mientras que nosotros mirábamos sin decir ni mu. La gente tenía terror hasta de gesticular, allí no se movía nadie. Terminó la entrevista de 45, se levantaron y se fueron, sin un “vivaspaña” o “me gusta la paella” o un “seguid así que váis por buen camino”.
No se sabe quién le hizo esta foto de estrangis, pero es el único documento de esa charla.
Fuera de bromas, la verdad es que ciertas cosas que dijo me sirvieron de mucho, como por ejemplo que son necesarios unos diez años para establecer realmente una marca de moda existosamente, y que hay ir despacito, aprendiendo, y madurando. Yo llevo menos de tres, así que sin prisas; piano piano.